Me siento extraña al pensar que
la gente pueda tener una opinión equivocada de mí. Es una sensación rara. Sé
que no debería importarme, menos aún si viene de gente que no me aporta nada o
que no me conoce, pero es algo que no puedo evitar.
Soy alguien que habla bastante
claro y me gusta ser honesta, siempre, en todo y con todos, por ello quizá, a
menudo, peco de habladora y no descarto que haya alguien que piense que, incluso,
soy insistente. Y, en realidad, nada más equivocado que eso, simplemente porque
cuando digo que quiero o me apetece algo es porque es de verdad; no lo digo por
decir, porque perder el tiempo o las oportunidades es un riesgo que no merece la
pena ser asumido. El dinero lo podemos recuperar, el tiempo no.
Resulta que cuando no buscas nada
es cuando llega lo que esperabas, o al menos se le parece, porque las
casualidades están para eso, para llegar por sorpresa. Quizá por ello yo esté
mostrando demasiado interés en conocer a alguien en estos momentos.
No sé que tipo de personas haya
conocido en su vida o cómo le haya ido. Cruzarnos con tanta gente falsa, que
nos dicen una cosa pero hacen otra, hace que cuando nos topemos con alguien que
sí merece la pena, nos cuenta creer que son diferentes, y nos cerramos
rechazando, de plano, la oportunidad de conocerles.
Repito que me gusta y valoro mucho
la libertad, por eso tampoco necesito que me lo pongan fácil, sólo que sea
posible, tener la oportunidad de poder mirarlo de frente. Si eso molesta, de
veras que lo siento, pero si alguien me hace sentir a gusto sin haberlo visto,
siento la necesidad de conocerlo.
Entiendo que puedan dudar de mí,
que pueda costar implicarse debido a las experiencias que cada uno vivimos, yo
también tengo mi recelo porque no quiero volver a vivir un “hoy sí, mañana no…”,
pero, en este caso, no me pareció que fuese mal cuando hemos hablado. Al
contrario!!! Creo que coincidimos en cosas importantes y no me pasa con
frecuencia. Es complicado cruzarse con alguien no vaya sólo a lo básico, a
tener un rato loco y hasta luego, alguien que no tenga miedo de hablar, conocer
o quedar con una chica NORMAL.
Hay oportunidades que llegan un
día cualquiera y sólo está en nuestras manos aprovecharlas o no. Da miedo, sí,
tal vez, pero estando quietos no se ha conseguido nunca nada. Si el destino nos
lo pone por delante será por algo.
Así que, dime… ¿qué prefieres si
te tienes la opción de tener o perder?
Io*
No hay comentarios:
Publicar un comentario