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lunes, 12 de octubre de 2020

Para mí

Las despedidas nunca son agradables, excepto las que te dejan ese sabor a clorofila en la boca, porque sabes que no tardarás mucho en volver a ver a esa persona.

Pero hoy me pregunto, ¿cómo te despides del amor de tu vida? ¿Cómo le dices adiós para siempre? ¿Dónde guardas todas las palabras, los abrazos, los besos que no le dirás, que no darás? ¿Qué haces con todas las miradas de complicidad que ya no se encontrarán con las suyas? ¿Dónde guardar su olor?

Cuando los sentimientos no son correspondidos no lleva a nada bueno. Si ya no marca la diferencia y lo que suele provocarte son tormentas en la cabeza, has de sacudirte la lluvia, desconectar y hacer que tu vida siga mereciendo la pena. Porque, amiga mía, vales oro, y si no la supo ver es porque no te merecía, porque sabemos más de lo que decimos, aunque no digamos nada, y una mujer segura no compite.

El mejor consejo que me han dado es que disfrute, que me deje llevar, que viva el momento y piense menos ya que, a fin de cuentas, es una tontería pensar en lo que vendrá, porque ni siquiera sabemos si llegaremos a vivirlo.

Hay que vivir más y, después, que venga lo que tenga que venir, pero que cuando llegue sientas que lo has dado todo. Si quieres quedar con alguien, pregúntaselo! Si no quieres algo, dilo! Si alguien te gusta, confiésalo!, y así con todo.

Si sale bien, estupendo. Si sale mal, nos curamos las heridas y seguimos adelante, porque no estamos para quedarnos quietos llorando por alguien que no quiere quedarse a nuestro lado. Porque cuando menos te lo esperes, te toparás con eso que tanto te mereces.

Yo misma he vivido esa situación, y el problema es que la gente suele poner más excusas que ganas, y así…. no va. TODO EL MUNDO NO SOMOS IGUALES (por suerte). Así que, da igual si te han jodido 2 o 30 veces, ahí fuera sigue estando la persona que te espera la que esperas. Basta, quizá, con dejar de ensalzar lo que hasta ahora has conocido que no ha valido, y dar un giro al tipo de perfil por el que te sientes atraída para, esta vez sí, acertar.

Déjate de mierdas del “antes” porque para el “ahora” no necesitas pensar ni en ayer ni en mañana. Guarda todo lo bonito en un rinconcito de corazón, no dejes que arrastre y recuérdalo como lo que fue: bonito mientras duró lo bueno, el resto…., aunque te duela, olvídalo

 

          
         Io*