Vistas de página en total

martes, 23 de julio de 2019

Obvio que duele

Resultado de imagen de decepcionada    Cuando te gusta una flor, sólo la arranca. Pero cuando amas a una flor, la cuidas y riegas a diario. Es la gran diferencia pero no todos lo entienden del mismo modo.
     Con el tiempo y algunas piedras en el camino, he aprendido que el mejor regalo que alguien te puede hacer es dedicarte tiempo, escucharte, preocuparse por ti y que te ayude a no rendirte. Pueden echarte en cara que no eres la misma, que pareces fría, distante o que no das la oportunidad, pero no se dan cuenta de que una se aleja, no porque quiera, sino porque la alejan, porque la ignoran, porque no le dan su verdadero lugar, porque la juzgan, a menudo de manera equivocada, o porque la lastiman. Una se aleja cuando ya lo intentó todo.

   Ahora contaré hasta 5, o incluso hasta 10 si es necesario, para que este "enfado" conmigo y contigo, se me pase. Simplemente porque no fuiste lo que prometías y por pensar o pretender que fueses algo que no eras. Quería disfrutar cada momento sin saber cuánto duraría, pero.... es imposible no pensar en lo que te dicen sin recordar lo que te hacen.
Resultado de imagen de decepcionada    Siempre me han dicho: "Díselo, tonta, que el no ya lo tienes y le quieres a él". Es cierto, siempre deberíamos salir a comernos el mundo o terminaremos siendo parte del menú de alguien que, probablemente, no te comerá a ti.

     Obvio que me dolió, pero es mejor no decir nada. Seguir con mi estilo de vida, que aunque no sea el perfecto, es siempre educado, coherente y sincero. Ahora tendré días, semanas o incluso meses para autoconvencerme de que todo se ha acabado, de que ya puedo vivir sin estar pendiente, de que no debo sentir nada si me vuelve a escribir (sabiendo que no lo hará), sabiendo que si al final lo hace, con su primera frase (diciendo "hola" o "qué tal"), volveré a temblar. Mi cabeza empezará a perder el control y a pensar en la ropa que me pondría si volvemos a quedar una vez más.

        Io*

     Pd. Si no das, no pidas.

viernes, 19 de julio de 2019

Nunca aceptes la derrota

   No obligues, nunca a nadie, para que te hable, te llame o te demuestre interés. A quien le nazca que lo haga y si no, que se vaya a la mierda. Tranquilamente.

  A mí me duele la boca de callarme tanto, cuando debería dolerme de besarte. Cuando  te daña a la persona correcta, la persona equivocada para ti te enseñará cómo duele. Todo gira, todo vibra, todo vuelve. Mejor no olvidarlo.

   Resulta que uno no se aleja porque quiera, se aleja porque lo alejan, porque lo ignoran o porque no le dan su lugar, porque lo juzgan, porque lo lastiman. Uno se aleja cuando ya lo intentó todo.

   A todos no han hecho o harán daño, y además, puede que lo haga la persona que menos nos esperemos o la que más nos importe. Nos fallarán y le daremos vueltas y vueltas a la cabeza, desconfiaremos, sentiremos confusión y nos daremos cuenta que las apariencias engañan. Habrá quienes decidan quedarse hasta cuando cae un gran chaparrón y también quién llega sólo par irse.

   Ahí no podremos hacer nada, simplemente respirar hondo y continuar. Y lo pasaremos mal, porque eso es inevitable, dar todo por alguien y que te falle es algo que no se cura de un día para otro. Pero seguro que hacer todo bien y acabar con la conciencia tranquila, hace que todo sane más rápido.

   Y amig@, si tú diste lo mejor de ti y, aún así, decidió irse o no darte una oportunidad, no te preocupes, no merecía la pena, porque el mejor regalo que alguien puede hacerte es dedicarte tiempo, escucharte, preocuparse por ti y que te ayude a no rendirte.

     Io*