Vistas de página en total

miércoles, 5 de junio de 2019

La pieza de mi puzzle


Somos una generación centrada en sentir cualquier cosa, por estar acompañad@s, sea como sea. Una generación a la que le da más miedo enamorarse que cruzar por la calle sin mirar mientras habla por el móvil. Siempre estamos mirando la hora como si fuésemos a llegar tarde, pero... ¿tarde a qué?, si ahora nadie te espera más de 5 minutos.

Exigimos sin haber dado nada aún, y creo que no sabemos querer, pero creemos que lo hacemos, y éso se nos da de puta madre. Somos una generación perdida, y no porque no estemos preparados, sino porque buscamos tan desesperad@s en vez de esperar, que acabamos perdidos sin saber a dónde ir.

Os cuento. 

Resultado de imagen de reloj de arenaA mí me cuesta creer que las cosas buenas son de verdad, porque suelo tender a pensar que tras algo bueno llega algo malo, o que esas cosas buenas no me pasan a mí. Me cuesta creer que algo pueda ser sincero y de verdad, porque estoy "acostumbrada" a tener que superar mentiras.

Cuando conoces a alguien que se abre contigo, que tiene ganas de verte, de hablarte, de compartir su tiempo contigo...., a tod@s nos hace ilusión. Otras veces, simplemente, aparecen coleccionistas de tiempo y sexo. Seres que quieren sentir  o tener algo, independientemente de la calidad, en el menor tiempo posible. Como si no tuviésemos tiempo para sentir, pero sentir de verdad, y por ello vamos malgastando el tiempo, que no nos sobra, en buscar a una persona con un reloj de arena sentimental con la misma poca cantidad de arena que el nuestro.
¡Demasiado contacto y poca profundidad!

Resultado de imagen de puzzleDebe ser complicado renunciar a un "aquí te pillo, aquí te mato". Pero yo deseo dosificar esos tragos, beber bien para no andar con el corazón empapelado y nunca más volver a tener sed.

Siempre he buscado, y busco, la pieza del puzzle que me falta para terminar de montar mi vida y mostrársela a alguien. Supongo que debe estar perdida en algún sitio de alguna otra vida. He probado con varias que fueron apareciendo, pero de momento no he dado con ella.

En definitiva, creo que somos personas normales que, en algún momento, han podido terminar locas por amor; pero ¡qué más da! si lo importante es acabar de alguna manera. Después de un fracaso casi ni nosotros mismos solemos reconocernos. Pero al final lo importante es ser, sabiendo que el pretérito nunca es perfecto y que el futuro nunca será simple.

        Io*

No hay comentarios:

Publicar un comentario