Nunca le he dado mucha importancia a esa primera conversación en la que uno define qué clase de relación busca, qué clase de pareja busca,y a qué estás dispuesto y a qué no por amor; pero, claro, de igual manera no está de más preguntar qué significa el amor para la otra persona. Yo pensaba que éso era un mero trámite, pero en realidad te puede ahorrar mucho tiempo y dolores de cabeza, y "nuestra" historia me enseñó la importancia de esta primera charla y cómo es que debo centrarme en buscar la verdad más que en agradar a la otra persona, porque para agradar ya habrá tiempo.

Pienso que la verdad es mucho más sencilla de lo que tratas de explicar y es ésta: al principio te emocionaste igual que yo, tanto como yo de hecho, tenías las mismas ganas que yo de descubrir lo nuevo que había en el otro, pero cuando te diste cuenta de que yo apuntaba a ideales importantes que se alejaban de lo efímero y superficial que tú buscabas, no tuviste el valor para decirlo de frente, cambiaste la perspectiva de los hechos y te escudaste en el único pretexto que consideraste viable y certero: "que estabas casado" . ¿Creías, acaso, que no me había dado cuenta? ¿Pero qué necesita definirse cuando te mandan siempre un mensaje por las mañanas dándote los buenos días? ¿A cualquiera se le manda? Y otras cosas....

Io*