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martes, 27 de diciembre de 2011

Cuatro letras

He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor es cierto. Shakespeare decía que los viajes terminan con el encuentro de los enamorados. ¡Qué idea más extraordinaria! Personalmente no he experimentado nada ni remotamente parecido a eso, pero estoy convencida de que Shakespeare sí. Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de alterar y definir nuestras vidas.

También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego; pues bien, estoy segura de que eso también es verdad. Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga; para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea sólo por una noche. Sin embargo existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas: se llama amor no correspondido, y en ese apartado soy una experta. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, ¿Pero qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia?, la de aquellos que nos enamoramos solos. Somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos.



A veces pienso que el amor es solo una casualidad... Pensad en que hay millones de personas en este mundo y que, justo la persona en la que te has fijado... se fije en ti... ¡es una gran casualidad!

¿Quién ha tenido el valor de definirlo alguna vez? El amor son muchas sensaciones, muchas emociones, el amor es un todo, o incluso la nada. Dicen que el amor lo mueve todo, pero….. ¿Qué es lo que mueve el amor? También dicen que lo cura todo, aunque en muchas ocasiones es difícil saber si realmente cura o enferma. Qué es el amor sino un estado del alma, un sentimiento, es la felicidad y la tristeza, la alegría y la pena, la sonrisa y el llanto, la tempestad y la calma, es la angustia, el dolor, la rabia, el desenfreno, la pasión, la desesperación, la locura, las ganas, la ilusión…

¿Quién sabe cuando surge el amor? El amor llega, no te avisa, se presenta, da un giro a tu vida y tienes que adaptarte a él, pero, tristemente, igual que viene se puede ir, tampoco avisa en su huida.

Lo que intento decir es, que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad, y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, o cuántas copas te tomes con las amigas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar, cómo puñetas, en ese breve instante, pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta.

Me gustaría pedirle perdón si lo he hecho llorar o sufrir, pero esto no estaba en mis planes, sólo me enamoré. Perdón si le he causado dolor, pero tengo que decirle adiós.

Fui honesta con él, le dije que le quería de una manera especial, y ya no sé si quiero ofrecerle mi amistad, porque creo que no ha valorado para nada ese sentimiento, aunque va a ser muy duro para mí.

Ya sé que no debo aferrarme a un imposible, que no debo hacerme más daño. Bien sabe que no fue mi culpa (tampoco suya); todo surgió sin decir nada, y a pesar de que he llorado como nunca, no puedo negarme que sigo sintiendo algo por él.

Le deseo lo mejor, pero me he propuesto no hablarle ni verle, algo que consigo a regañadientes, pero nadie sabe la de veces que miro si está o no; y si algún día vuelve………..juro por lo que más quiera, que no sé como reaccionaré; pero ya no debo ni puedo quererlo.

Necesito olvidar el pasado. Abrirme a nuevos horizontes, donde no lo veo por ningún sitio, a pesar de buscarlo desesperadamente entre la oscuridad.

Ni siquiera ha llegado a conocerme de verdad; las cosas que más me gustan, las que no, lo que anhelo, lo que no quiero en mi vida, como me gusta que me traten, mis planes de futuro (algo que ya no sé ni yo), mis pelis favoritas, cuantas veces he llorado, si estoy alegre o triste………

Me hubiera gustado desnudarle mi alma, para que supiese como soy: sobre todo, un corazón encendido cuando él me hablaba.

Ni se imagina lo mucho que echo de menos nuestras charlas, a veces más interesantes que otras, pero todas importantes para mí. Lo “bueno” que tiene esto es que, ya, no lo sabrá nunca.

Pero después de todo eso y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio. Vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse.



Io*



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