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viernes, 4 de mayo de 2018

QUIERO JUGÁRMELA CONTIGO, SÓLO CONTIGO.

  
 
Si quien dice que te ama, no tiene coraje de jugarse TODO por ti, NO TE MERECE. ¡DÉJALO!, que ya llegará alguien que TE AME A REVENTAR.


   ¿Qué pasa cuándo queremos TODO con esa persona que no hace NADA por nosotros? cuando estamos dispuestos a lanzarnos por la ventana, sin importar nada, y en el momento de tomarse la mano, para saltar juntos, titubea. ¿Qué detiene a esa persona que te dijo "Te amo"? ¿Por qué no se "la juega" (la vida, la felicidad, el qué dirán, un trabajo, el bienestar económico, el compromiso con la familia, una pareja que no soporta, los hijos, etc...) para estar, definitivamente, contigo?


   Es cierto que a los humanos nos gusta ir a la segura, y hasta que no sabemos la certeza de una situación, vivimos en una duda constante. Tratamos de eliminar todos los riesgos para que nuestro paso sea firme y nos sintamos seguros en nuestra decisión. Así lo hacemos con la economía, las inversiones, un nuevo negocio, una nueva casa y con todo lo que sea posible. Por eso se inventaron los seguros, para reducir el riesgo que implica vivir. Pero... ¿Y la pareja? Aún no se ha inventado un seguro para reducir el riesgo de escoger a la pareja equivocada, y con ello tenemos que vivir experimentando, y rogando que sea el bueno y definitivo. Ésa es la expectativa que queremos cumplir cuando tomamos la decisión de hacer una vida juntos. Sin embargo, antes, buscamos por todos los medios y esperamos el tiempo necesario para “estar seguros” de que es “LA PERSONA”.
 


   En este vía crucis de reducir esta incertidumbre el amor nos hace realizar lo que nunca imaginamos, lo que nunca habíamos hecho, y cumplir lo que siempre deseamos. Suele cuestionar todos nuestros principios, nuestros "yo nunca"..... Pero es que el amor es acción. Hacer por ti y para otro lo mejor. El amor se demuestra con acciones. Así que hacer, o no, lo que podrías es cuestión de reflejar el verdadero amor.



   Plantéate la historia de la “eterna” amante, donde el hombre que tiene una esposa e hijos no se decide a dejar a su familia, pero tiene a su amante a quien siempre le promete que “algún día” dejará todo y se irá con ella. Y pone miles de pretextos: “no me quiere firmar el divorcio”, “mis hijos”, “es que la casa”, etc., y mientras, la “eterna” amante pasa sus años siendo la segundona, la que siempre espera, bajo el discurso del hombre que le dice que la ama. La ama pero no está con ella. La ama pero no deja a su familia. La ama pero no se va a vivir con ella. La ama pero NO SE LO DEMUESTRA. Entonces, ¿de qué te sirve que te ame, si no se “la juega” por estar contigo?

   El amor es demostrar, pero lo inhibe el miedo. Y cuando ese miedo a que no te salgan las cosas como tú las planeas perdura por los años y no evoluciona a tomar una decisión, la verdad está en que el amor no es suficiente; es más fuerte ese miedo que genera el riesgo de perder, con lo cuál, no hay amor, y se genera una situación de angustia para la persona que sí está dispuesta a darlo TODO y sobretodo que está esperando.

   La frase del inicio nos da el mal y el remedio: “¡DÉJALO! Ya llegará alguien que te ame a reventar.” ¿Llegará? ¿Dejarlo(a)? ¿Cómo lo(a) voy a dejar después de tantos años que he esperado? ¿qué me depara el futuro sin él(ella)?



   En realidad, es muy fácil escuchar la teoría, lo que deberías hacer, lo que es más recomendable, etc, etc..., pero qué puedes hacer cuando lo ves, aunque sea distante, y se acerca a ti, y te toca, y te mira...... y parece que quiere decir algo, pero lo que mejor hace es marcharse??? Marcharse por qué?? Por que en realidad tiene que hacerlo o para evitar alguna "tentación"? Joder....., pero es que no se da cuenta de que tú también lo estás deseando??? DEFINITIVAMENTE, HAY QUIENES NO ENTIENDEN LAS INDIRECTAS NI CON DIBUJITOS.



     Io*

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