Vistas de página en total

martes, 12 de mayo de 2015

Yo deduzco, tú deduces....

Siempre he creído que estar cerca de personas que podían enseñarte algo era bueno, que te podría hacer ser mejor, pero que veo que no es así.

La que parece que no hace nada bien para ti soy yo, ¿verdad? En el fondo, los valientes son también un poco cobardes, y no es que sea negativa, más bien diría que realista. Es que no sé cómo he de decirte, para que no vuelvas a decir que no me entiendes, que no me gusta que me tengas en silencio. Yo no te tengo a ti, eh!

Para ser breve: te sigo extrañando como antes o más, y eso duele. Y es que hay cosas en la vida que no fueron hechos para ser explicadas, si no experimentadas.

No voy a decirte adiós, porque aún no puedo, porque decir adiós significa desaparecer, y desaparecer significa olvidar. Siempre me acordaré de ti aunque tú me olvides un día, aunque en un futuro ni siquiera recuerdes que me conociste. Hace mucho había quedado contigo en que no se vale ni mentir ni decir por decir, y yo lo cumplo.

Sé que es difícil entender ese punto pasional mío. Puede que si lograse apartarme de ti, la vida me recompensaría; el problema es que me gusta sentir eso que me provocas. Yo sí creo en las señales y en esa magia que tienen algunas personas.

Puede que sea una tonta, la mayor de las tontas, por ser tan soñadora, pero sentir distancia contigo es algo que no puedo controlar (y sé que se me nota, mucho).

La forma de decirlo seguramente no sea la que más te gusta, pero ¿cuál es?, si las oportunidades no regresan dos veces!!, si a pesar de que juego a disimular que te he olvidado, en verdad te echo de menos a cada momento, y ni siquiera tu recuerdo compensa ese vacío que siento.

Cuando lo das todo, ¿qué puedes perder? Quisiera reír contigo y con tus manos, sentirme como una niña; quiero tus miradas, tu cuerpo, verte a mi lado en el camino; que todo lo mío sea tuyo.

No olvides que te espero y espero que no lo olvides.

    Io*

No hay comentarios:

Publicar un comentario