Vistas de página en total

sábado, 30 de junio de 2012

Solamente podías ser tú


Tras semanas dándole vueltas, por fin tengo el valor, la cordura, la calma y la serenidad necesaria para sentarme frente al ordenador a escribir, relatar y volver a revivir, por enésima vez, cada caricia, cada susurro, cada palabra y cada aliento que me ha hecho y aún me hace estremecer; porque desde la distancia y las experiencias vividas, hoy sé que, solamente tú, tenías y tienes la honestidad, honradez y caballerosidad necesaria para tratarme como una princesa.

Si alguien me hubiese dicho hace seis meses que hoy estaría aquí sentada, escribiendo esto, lo hubiera mirado con cara de asombro, pensando que se confundía de persona. Pero sí, seis meses después puedo decir, que por una vez en mi vida, he sido la protagonista de la película, de mi propia película.

No nos engañemos, todos hemos soñado alguna vez con cuentos de hadas, con príncipes azules y con nubes de colores, y a pesar de lo que muchos dicen, es bueno seguir soñando, porque a pesar de que las película sólo sean eso, simples historias contadas por otros, siempre hay una pizca de realidad, y por qué no, nuestra realidad algún día se puede convertir en la gran película de nuestra vida.

Quizá el romanticismo extremo, los miles de películas y libros que nos han enamorado, que nos han hecho llorar y soñar, nos hagan ser una románticas empedernidas y creer en los finales felices, pero ¿hay algo de  malo en eso?; yo creo que no.

Creo en la vida, en el amor y en la lucha por lo que uno quiere, porque todo esfuerzo tiene su recompensa, porque sí, la vida es un intenso juego, y los juegos hay que jugarlos hasta el final. Unas veces se pierda y otras se gana, pero no merece la pena ver pasar el tren sin ni siquiera haber intentado subirse a él.

En estos momentos estoy viendo pasar mi tren, quiero subirme a él, pero yo sola no puedo hacerlo. Me entristece enormemente pensar que este juego entre amigos, esas charlas interminables, esas miradas llenas de complicidad, ese cariño, esa bonita amistad y esa pasión insaciable, puedan terminar, simplemente porque no seguimos la misma dirección o por no intentarlo aunque sea una sola vez.

Sé que hay cosas que nos separan y que en algún momento pueden suponer un abismo, pero en la diversidad está el equilibrio, y quizá esa inocencia y poca picardía, fruto de la falta de experiencia, sea el complemento perfecto, para sea lo que sea lo que nos depare el futuro.

Nosotros, somos y seremos los únicos capaces de poner las reglas a este juego, quizá sin sentido, pero nuestro juego. Para bien o para mal, los dos decidimos emprender este camino, y dure más o menos, lo único que tengo claro y sé es que quiero vivir el presente, el aquí y el ahora, porque la vida está para vivir intensamente, sin miedos y temores, ya que para sufrir siempre hay tiempo.

Simplemente me queda decir, a ti, mi gran amigo, cómplice y amante, gracias por ser como eres y por tratarme como una princesa.

Porque los sueños, sueños son; pero mi sueño se hizo realidad y por fin supe a que huelen las nubes.

     Murron*


No hay comentarios:

Publicar un comentario